Cultura, Gestión Emocional y Efectividad
Un/a líder no sólo gestiona objetivos y resultados, además es llamado/a el/la responsable de inspirar y modelar la cultura.
Para ello, es fundamental que la transmita a través del ejemplo en su comportamiento diario, la facilitación e instalación de capacidades distintivas, así como también los valores básicos. De esta forma, es altamente probable que consiga impactar directamente la efectividad de la organización, la satisfacción de sus colaboradores/as y logre conseguir el tan deseado y acuñado concepto de “felicidad” organizacional.
Impacto de la inteligencia y agilidad emocional
En el entorno empresarial actual, la inteligencia emocional es un pilar clave para el liderazgo efectivo. Daniel Goleman destaca que “los líderes que dominan sus habilidades emocionales tienen la capacidad de guiar a sus equipos hacia una mayor cohesión y rendimiento”.
Según la conceptualización de "agilidad emocional" en palabras de Susan David, esta capacidad facilita a los y las líderes a gestionar sus emociones de manera flexible (no inhibirlas ni juzgarlas) frente a un escenario colmado de incertidumbre. Lo anterior resulta clave para generar una cultura que fomente la conexión emocional, la retroalimentación constructiva y el bienestar general.
Asegurar la estrategia y los resultados
Peter Drucker sostenía que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”, subrayando el rol central de los/as líderes en moldear la cultura. En tanto, el Modelo de Cultura Organizacional de Denison Consulting destaca que una cultura sólida conecta directamente con la efectividad organizacional y la consecución de resultados estratégicos.
Según Daniel Denison, los líderes influyen en la gestión de la misión, la consistencia, la participación y la adaptabilidad, que son dimensiones cruciales para que la organización sea ágil y se mantenga competitiva, de forma sostenida en el tiempo.
A través de sus investigaciones, el Dr. Robert Hogan logró comprobar que es vital evaluar estas dimensiones y competencias en los/as líderes -de forma científica- y con herramientas que posean una alta validez predictiva.
La agilidad de aprendizaje, el razonamiento crítico de negocio y el potencial de liderazgo son componentes clave que, cuando se miden con las herramientas apropiadas, garantizan que los y las líderes -junto a sus equipos- construyan una cultura sólida. Asimismo, garantizarán resultados sostenibles, que potencien la efectividad organizacional y la estrategia del negocio en el largo plazo.
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Un abrazo,
María José
